martes, 16 de febrero de 2016

A tu morada, regreso, Señor


Como Hermanas Franciscanas Angelinas, nos adherimos al dolor de Madre Rossana y de toda su familia, ante la irreparable pérdida de su señora madre Ana María Weise de Gonzalez.

Agradecemos al Señor por su vida, su entrega, su fortaleza pero, sobre todo, por la ofrenda tan grande que hizo a nuestra Congregación, el don de su propia hija, Madre Rossana.

Encomendamos su alma a la misericordia infinita de nuestro Buen Dios y a Él le pedimos que le recompense con la vida eterna, todo el bien que ella hizo sobre la tierra.

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